Para ampliar conocimientos, os cuelgo este análisis sobre los Discursos a la nación alemana de Johann Gottlieb Fichte (Rammenau, 19 de mayo de 1762 – Berlín, 27 de enero de 1814) filósofo alemán de gran importancia en la historia del pensamiento occidental. Como continuador de la filosofía crítica de Kant y precursor tanto de Schelling como de la filosofía del espíritu de Hegel, es considerado uno de los padres del llamado idealismo alemán.
Los Discursos a la nación alemana (en alemán, Reden an die deutsche Nation) es una de sus obras más conocidas fue publicada en Berlín en 1808.
Reunía catorce discursos pronunciados por Fichte entre el 15 de diciembre de 1807 hasta el 20 de marzo de 1808 en Berlín, tiempo durante el cual dicha ciudad se encontraba ocupada por tropas francesas en el contexto de las guerras napoleónicas. En este sentido, los discursos pretendían despertar un sentimiento nacional y proponen la creación de un Estado-nación alemán que nacería de las ruinas del Sacro Imperio Románico Germánico libre de la ocupación francesa.
Busca transformar la naturaleza del estado de la Nación alemana, mediante la puesta en práctica de un programa educativo. Por ejemplo, cinco de sus catorce propuestas tienen como aspecto principal la educación.
En la introducción el autor recuerda la libertad de expresión en la Italia de Maquiavelo y la compara con la censura que impera en su época.
Pero a la vez, esta censura no puede impedir la difusión de la palabra y la razón.
La herencia de la lengua alemana conforma al ciudadano: pero por partida doble. Por un lado era el ciudadano de la patria en la que había nacido y por otro pertenecía a una patria común alemana.
Pues donde:
“Hay una lengua especifica debe existir una nación especifica.”
Para analizar los primeros discursos de Fichte se debe tener en cuenta que, inicialmente fue un firme partidario de la Revolución Francesa hasta que Napoleón tomo en sus manos a Alemania.
En una primera etapa de sus discursos:
Para establecer unas “Fronteras” de un pueblo, primeramente se tiene que tener en cuenta el factor interno. La lengua une a los pueblos entre si: Estos lazos son indivisibles. La lengua hace entender a los humanos, mucho antes que el arte mismo. El pueblo, la lengua y la naturaleza son un todo inseparable.
Si la lengua (y por ende las costumbres) se mezclan con un pueblo diferente, este hecho se convierte automáticamente en una confusión. Se perturba el progreso incluso de la cultura.
Para Fichte es vital la demarcación de las fronteras internas de los pueblos que constituirá a la frontera externa.
Así, el autor coloca a la Nación alemana en la co-existencia de una lengua común y una manera común de pensar.
De manera que este lo suficientemente separada de los demás pueblos y se encierre en el centro de Europa dentro de sus fronteras naturales; y establezca un muro que la distancie de razas No afines.
Tiene el autor una visión particular sobre el extranjero: Estos utilizan a Alemania como escenario de sus guerras y como botín de las mismas. Ellos arrasarían sobre una Alemania ingenua y falta de sospecha.
Es determinante Fichte, cuando dice que los países extranjeros hicieron uso de los conflictos religiosos en Alemania para romper la unidad de esta. Cada guerra, no importa cual sea su causa se debía combatir en suelo alemán y con sangre alemana; y obligaron a mantener separados a estos estados contra toda lógica, naturaleza y razón.
Tuvo que sacrificar sus intereses, el empobrecido pueblo, para mantener el equilibrio europeo.
El autor también explica las causalidades de la visión engañosa de la monarquía universal.
Otro aspecto importante de sus primeros discursos es el: educativo para fomentar e incrementar el amor a la patria. Pero: ¿Que es este amor?
El hombre no es capaz de amarse a si mismo, al menos que se piense eterno. Solo el pensarse de esta manera llevara a encenderse la llama del amor a la patria.
De esta manera el hombre derrama hasta la ultima gota de sangre por la patria y su posteridad.
Por lo tanto, el hombre noble, se sacrifica por su pueblo, es activo y eficaz.
Para Fichte la vida como una simple continuidad y evolución no tiene ningún valor. Pero aclara que la existencia humana continúa independiente de cualquier nación.
Toda vida que el hombre desea tiene como fin ver a salvo a su nación.
Como un gran ejemplo de vivir para la patria menciona a los hombres de alma noble de la antigüedad.
Fue firme su creencia del mantenimiento de la Eterna Roma, aun cuando estas se hallaban en ruinas. Por ello hasta hoy en día vive y se mantiene entre nosotros la verdadera eternidad de Roma.
Los germanos, los primeros ancestros de esta cultura, son herederos de la grandeza de Roma; pero por otra parte resistieron valientemente el intento de dominio por parte de los romanos. Un germano prefiere morir antes de ser la mitad de un romano. Prefiere ser alemán y criar a sus hijos como alemanes. El pueblo romano no pudo dominar a los germanos y a ellos hay que agradecerles. Los germanos que morían luchando por la libertad, legaban este ejemplo a sus hijos. Su resistencia ha sido inquebrantable. Por ello a los romanos se les debe agradecer. Porque la nación alemana lucha por su “Eterno”, es decir su amor a la patria; y, a diferencia de otros pueblos no le debe a nadie por su propia existencia.
La existencia como pueblo fue ganada como lucha.Por Ejemplo: En los gitanos venció lo No eterno.
En una segunda etapa: A partir del discurso VII.
Reconoce el filósofo al comienzo de este discurso que los rasgos que menciona sobre la idiosincrasia alemana no se mantienen en la actualidad. Caracteriza al espíritu alemán como un espíritu firme y seguro como primer y único eslabón.
Para el hombre alemán (y su espíritu) no hay límites en el desarrollo del hombre porque el hombre es el que crea permanentemente desde su propio espíritu vivo.
Señala Fichte la existencia de “Un espíritu muerto” que llega del extranjero y penetra en la ciencia y en la vida diaria de los alemanes. El hombre perteneciente al pueblo alemán por antonomasia se caracteriza porque cree en un algo absolutamente primero y originario en el hombre, en una libertad, en una infinita perfectibilidad, en un desarrollo eterno de su especie.
Frente a ello, se identifica a los antónimos, a los contrarios, a los que se estancan o retroceden, los que creen en algo muerto. Estos para el autor no forman a un pueblo (aunque hablen el idioma alemán ) Son extraños, extranjeros y deben ser apartados para que no enturbien a los verdaderos alemanes.
Por ello se identifica una separación entre la filosofía alemana y la filosofía extranjera que cree en la muerte, en lo No eterno. En cambio la filosofía del pueblo alemán cree en la libertad de espíritu y de un verdadero desarrollo. Ante ellos lo invisible se hace visible en la infinitud y se trasforma en una vida espiritual.
Con lo antedicho, en el verdadero alemán se creara un espíritu firme y seguro, donde exista el amor a la nación y la concepción de la vida terrena como eterna y de la patria como portadora de esa eternidad. De esta única manera se formaran ciudadanos auténticos, pacíficos, defensores de su patria, perfectos y completos, y con una aptitud suficiente para la consecución de sus objetivos.
En cuanto a la concepción de la educación del autor, como una de sus medidas sugiere que para promover un desarrollo espiritual y corporal parejo a los educandos se los debe mantener alejados de sus padres para evitar que el pensamiento se vea contaminado por un ambiente dominado por la opresión, y la angustia. (Representado por los adultos)
En referencia a una delimitación mas precisa de la educación nacional alemana; tanto el desarrollo de las sensaciones, las intuiciones del cuerpo de los educandos, les preparara para una educación cívica que hará de ellos unos buenos ciudadanos, firmes y libres. Porque esta nueva educación fomentara el amor que une a unos hombres con otros y conducirá a los alumnos para la superación de si mismos y especialmente: A la sumisión de instintos egoístas a la virtud suprema del sacrificio.
De esta manera el alumno será capaz de juzgarse a si mismo con rectitud. Entonces para Fichte: la educación habrá terminado. Para que este proceso sea adecuado, los educandos deben ser alejados del mundo corrupto, depravado por los adultos. Deben ser introducidos en lugares donde aprendan combatir los vicios, malformaciones. Propone Fichte centros educativos especiales, donde los alumnos trabajaran con el honor de conseguir todo con el fruto de su esfuerzo y trabajo. Si existiesen niños superdotados, se los diferenciara, y recibirán educación erudita.
Ellos serán los portadores de un futuro mejor para la nación.
En conclusión de este aspecto se puede decir que la educación, el autor la concibe como el asunto mas importante y urgente que debe ser resuelto en la nación alemana. Pues de ella dependerá la difusión y el crecimiento del amor a la patria. El estado al hacerse cargo de ella invertirá, en uno de los ámbitos más importantes. Se debe implementar la mayor parte de las inversiones en educación; pues: no será necesario mantener un ejército especial, pues todos los individuos formaran parte del ejército y de la nación hasta el límite de sus fuerzas. Tampoco (si se invierte en educación) será necesario invertir en economía, pues todos los ciudadanos van a contribuir a alcanzar una prosperidad antes desconocida.
Con el desarrollo de la educación no hará falta instituciones judiciales y las penitenciarias desaparecerán por completo, pues no se necesitaran.
En fin, la inversión en la educación nacional alemana es lo mas oportuno y acertado que puede hacer Alemania, sobre todo si se quiere dotar de una vida propia y original.
Y sobretodo: ¡Poner fin a todas las desgracias que oprimen al pueblo alemán.
Para Fichte el futuro de la nación depende del esfuerzo de los alemanes sean capaces de hacer por si mismos y el apoyo del estado a la educación nacional. El periodo que se está viviendo no es de titubeos y de indecisiones. El destino del hombre esta en juego. El estado debe asumir un papel responsable frente al salvajismo que esta resurgiendo en el mundo.
No es un obstáculo que existan estados alemanes independientes, pues: facilitara y enriquecerá la tarea que todos ellos deben emprender. La competencia que se establecerá entre ellos, determinara que cada uno se esfuerce por hacerlo mejor, y por ende se progresara.
La propuesta del filósofo es que no se debe perder ni un solo minuto, se debe empezar ya, establece un plazo de 25 años para ver renacer de las ruinas del sacro imperio esa nueva especie humana.
Otorga al estado el papel principal en esta tarea, pero no el único: tanto los particulares, los terratenientes, las asociaciones, los eruditos, pueden asumir el trabajo que el estado no quiera o pueda hacer.
Finalmente el estado se terminara incorporando al trabajo que inicien los particulares.
Cuando la nueva educación consiga formar a esa nueva generación de hombres gobernados por la idea de lo bueno y de lo justo: la tarea estará realizada. Pero para ello es necesario preparar el terreno y las condiciones para la transición del viejo al nuevo orden. Es necesario abandonar la inflexión y la sumisión: y luchar por la libertad.
Los alemanes deben ser verdaderos alemanes, es decir por antonomasia, individuos con un espíritu firme y seguro. Lo que esta proponiendo el autor no se trata de comenzar una discusión popular vacía de contenido o abrir un debate público para comprobar opiniones sino la elaboración de un medio para instaurar la educación nacional.
El pueblo alemán debe conservar su autonomía, y de esta manera mantendrá su lengua, usos y costumbres, pero es indispensable que disfrute de la autonomía política. De lo contrario, será dominado por la lengua extranjera, de los dominadores, el vencido se unirá al vencedor y su lengua en la consecución de la paz. (Obviamente otorgada por el vencedor)
Por ello los alemanes deben luchar por la vida d la nación y hacer sonar sus mensajes patrióticos.
Los espíritus puros, nobles y grandes no se asustaran de ver a una nación luchando por su salvación.
Es claro observar entonces en Fichte, que el principal objetivo es encender la llama del patriotismo en los corazones alemanes. Busca que esta llama sea inextinguible.
Trata de identificar a los alemanes que se conciben como miembros de una nación grande y noble para que emprendan el camino de la salvación de un modo decidido y seguro. Fichte toma a este asunto como algo urgente, pues si la decisión no se toma con firmeza, no habrá solución a la situación actual que se vivía en ese entonces en Alemania. “La pereza invadirá los corazones y las costumbres acomodara a los alemanes en su mísera situación actual”. Cada uno debe encontrar los medios para salir adelante con firmeza; ese era el preciso momento para demostrar quienes eran los alemanes y de lo que eran capaces.
El autor tomo la responsabilidad, con su discurso de guiar al pueblo alemán a movilizarse para la acción y así de esta manera iniciar el camino de la salvación.
Este es el momento de corregir el pasado, es el momento de que la nación alemana acepte que es el motor de los cambios y trabaje un porvenir nuevo para su pueblo y para el mundo. Es un momento de definir con firmeza y claridad. No se debe esperar que la solución venga de afuera, solo los propios alemanes pueden cambiar su existencia y hacer que un futuro sea soportable.
Los discursos redactados por Fichte están dirigidos a todos los estamentos de la sociedad germana.
Conclusión: Fichte es un hombre de su época, piensa como tal, escribe de a cuerdo y: en consecuencia de los hechos históricos que afectan a su nación.
Es hijo del movimiento romántico y presenta fuertes dosis de nacionalismo. Sus discursos fomentaran y desarrollaran el espíritu de lucha e idiosincrasia alemana (esto último de gran importancia,) pues constituirá el emblema de los discursos nacionalistas alemanes durante las guerras mundiales.
Elaborara un llamamiento a la autodeterminación racial, moral y cultural de las personas de su pueblo. Presenta en sus escritos cierta aversión a lo extranjero…
(Quizá sea producto de la invasión francesa acaecida en este periodo), pues solo la raza y lengua alemana son las verdaderamente puras.
Encontraba en la raza germana la misión ejemplar de transformar a todo el género humano.
Los discursos a la nación alemana constituyen el despertar del pueblo alemán este autor con su movimiento nacionalista propone la creación de un estado germano, que renacerá de las ruinas del sacro imperio Romano germánico para dar origen a una nueva nación Esta una vez concebida transformara de manera radical el curso de la Historia.
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